Hoy comienzo de nuevo este rincón de mi malogrado cerebro. Lo comienzo con el título del vigésimo cuarto hexagrama de mi oráculo preferido. El oráculo que me ha ayudado en momentos difíciles y me ha acompañado en momentos felices: El I Ching.
He retornado a este blanco e inmaculado espacio donde plasmar mis impresiones, mis pensamientos, mis dudas y mis certezas. Un lugar que llenar con el vacío de mi cerebro.
Hoy, ahora, en este preciso momento os doy la bienvenida a todos áquellos/as que quieran leer a este cerebro sin actividad pero con muchos sueños, inquietudes y deseos.
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Antes de nada, agradecerte que te hayas pasado por este hulmide rincón de mi mente. Espero que te diviertas comentándolo y me hagas partícipe de tus impresiones. Cualquier crítica me parecerá constructiva.Un saludo.