El origen está ahí fuera.

Cada vez más científicos están asegurando que el origen de la vida está basado en la panspermia. Esto significa que la vida se originó en otros lugares del universo que después llegaron a La Tierra de diferentes formas; pero la que creen los científicos más plausible es a través de cometas. De hecho, lo impensable se ha comprobado posible. Cadenas de compuestos orgánicos han sido detectadas en el vacío del espacio sideral. Cadenas organizadas en buquibolas. Dodecaedros formados por innumerables hexagonos de cadenas de carbono.

La Verdad no se puede esconder eternamente. Ésta es incontenible y mana a raudales a través de las paredes de mentiras en las que se basan nuestra civilización, y por ende, nuestras cultura y sociedades.

Así, la idea de que la vida surgió de una sopa primigenia de elementos inorgánicos sometidos a infinitas descargas eléctricas y calor constantes, creando compuestos orgánicos, se vuelve cada vez más inverosimil.
Pero si la vida no se originó en el planeta, la vida inteligente es harto imposible. De hecho, la evolución darwiniana está imposibilitada de explicar ésto. Los especialistas y estudiosos del tema ven imposible la aparición de la vida inteligente en La Tierra, ni tan siquiera, mediante mutación. Según la historia de la humanidad es imposible que en tan poco tiempo surgiera la inteligencia y consciencia en los seres vivos. Y aúm más imposible de explicar es la progresión geométrica del desarrollo de la tecnología humana. Y el hecho es que hace 50000 años bebiamos de un rio formando un cuenco con las manos hasta hace 6000 años que se inventó la alfarería y se construyeron los primeros cuencos de barro. Y hace tan sólo sesenta años de la primera computadora mecánica, a la que se ingresaban los datos con fichas troqueladas, hasta hace unos meses que están apareciendo las primeras computadoras cuánticas.