Cada vez que intento pensar el ruido del funcionamiento de mi cerebro me desconcentra. Es como si hubiese sido invitado a este cuerpo para habitarlo y moverme con él, pero con la tara de que el inquilino anterior lo revolucionó de tal forma que casi lo gripa. Es como si cada vez que pensara, los engranajes de mi pensamiento chocaran, rozaran y se machacaran sin lubricante alguno, hasta el punto de reventar.
Buscar
domingo, septiembre 27, 2015
Suscribirse a:
Entradas (Atom)